El responsable del tratamiento debe cumplir lo que establece el RGPD y debe poder demostrar que lo cumple (responsabilidad proactiva y demostrable).
Los datos personales seben ser:
- Tratados de manera lícita, leal y transparente en relación con el interesado (licitud, lealtad y transparencia).
- Recogidos con finalidades determinadas, explícitas y legítimas y posteriormente no se deben tratar de manera incompatible con estas finalidades.
- Adecuados, pertinentes y limitados a lo necesario en relación con las finalidades para las cuales se tratan (minimización de datos).
- Exactos y, si es preciso, se deben actualizar.
- Conservados de manera que permitan identificar a los interesados durante un periodo no superior al necesario, para las finalidades del tratamiento de datos personales (“limitación del plazo de conservación”).
- Tratados de manera que se garantice una seguridad adecuada (“integridad y confidencialidad”).