Cuando la base jurídica que legitima el tratamiento es el consentimiento, la persona interesada tiene derecho a retirarlo o revocarlo en cualquier momento.
La retirada o revocación del consentimiento no tiene efectos retroactivos. Por lo tanto, no afecta a la licitud del tratamiento fundamentada en el consentimiento previo a la retirada.
Por otra parte, retirar el consentimiento tiene que ser tan sencillo como prestarlo.
En el supuesto de que la persona interesada retire el consentimiento que legitima el tratamiento, puede ejercer el derecho de supresión ante el responsable del tratamiento.