En el presente dictamen se analizan las ventajas, los inconvenientes y los riesgos inherentes de los sistemas de votación electrónica, tanto los sistemas presenciales como los de voto electrónico remoto. Se considera que, a pesar de que desde el punto de vista estricto de la protección de datos la implantación de sistemas de voto electrónico no aporta ventajas significativas, no resulta contraria al derecho de protección de los datos personales si se implantan con las debidas garantías. No obstante, en cuanto a los sistemas de voto remoto, puesto que el estado actual de la técnica no permite asegurar de forma suficiente la seguridad de dichos sistemas, se recomienda una utilización especialmente prudente de ese canal de votación.