Drones

• La normativa de protección de datos se aplica si las imágenes permiten identificar a las personas y no se hace un uso estrictamente doméstico. En este último caso, no se aplica la normativa de protección de datos.
• Esto implica que no se puede realizar un uso público o social de los datos, como podría ser la incorporación de las imágenes a redes sociales, excepto si la captación de datos de terceras personas es accesoria.
• En cuanto a datos de terceros, pueden ser caras, voces, matrículas, espacios privados y todo lo que alguien identifique.
• Al margen de la normativa de protección de datos, es necesario comprobar si es necesaria una autorización para su uso de acuerdo con la normativa específica de vuelo de drones.
• En resumen, en todo caso debe respetarse el derecho a la privacidad, la intimidad y el honor de las personas.
• En el caso de que se traten datos personales, será necesario realizar un análisis de riesgos y, en función del tratamiento, una evaluación de impacto de protección de datos.

Si se emplean drones para controlar la seguridad de un determinado evento, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Es necesario colocar un cartel informativo visible para que las personas sean conscientes de ello.
• Es necesario especificar el organismo responsable del tratamiento de las imágenes.
• Si se quieren publicar en internet y redes las imágenes con espacios y personas reconocibles será necesario haber obtenido su consentimiento, siempre que, como hemos indicado anteriormente, la captación de la imagen no sea accesoria.

En el caso de videovigilancia por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se aplicará su normativa específica.

• Grabar prioritariamente en espacios y momentos poco concurridos.
• Tomar imágenes a bastante altura, o con una resolución que no identifique claramente a las personas.
• Eliminar, pixelar o anonimizar las partes que salgan terceras personas, siempre que sea posible, puesto que los datos tratados deben ser los mínimos.